• El médico gineco-obstetra es el único capacitado para indicar una cesárea
• El parto natural ofrece mejores oportunidades tanto a la madre como al hijo
La cesárea es un procedimiento quirúrgico útil para poder asegurar la sobrevida del feto y de la madre en diversas situaciones de riesgo obstétrico, por lo que únicamente debería de realizarse cuando la vida de alguno de los dos o de ambos, esté en riesgo, señaló la doctora Elba Torres Flores, coordinadora auxiliar médica de Educación en Salud.
La funcionaria-médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Hidalgo, refirió que la Organización Mundial de la Salud señala que en ninguna región del mundo se justifica una proporción de nacimientos por cesárea mayor a 15 por ciento, sin embargo, en México la tasa correspondiente rebasa el 50 por ciento.
Lo anterior, debido a que la cesárea ha pasado de ser una indicación médica a una demanda de las pacientes, bajo sustentos como el rechazo al dolor que se asocia al parto vaginal, el miedo al trauma vaginal e incluso a que el momento del nacimiento es programado, por lo que se puede “decidir” en qué momento se desea que nazca el hijo (día y hora).
La “comodidad” que esto representa para los padres y al mismo médico se contrapone a la imposibilidad de predecir el nacimiento por la vía natural; no obstante se debe considerar que de no calcularse con exactitud la edad gestacional, el nacimiento programado por cesárea ocurriría de forma prematura, lo que conlleva a complicaciones en el recién nacido.
Algunas de las complicaciones de la cesárea son: riesgo de infecciones postoperatorias, mayor riesgo de requerir una transfusión por el corte de tejidos que conlleva a un sangrado adicional al esperado por el desprendimiento normal de la placenta; la recuperación es más lenta y dolorosa (el dolor no se percibe en el nacimiento pero si de forma posterior).
Además, se aconseja un siguiente embarazo hasta después de un año de la cesárea y no se recomiendan más de tres durante la vida, sin olvidar que el antecedente de esta intervención condiciona una mayor posibilidad de hemorragia obstétrica y mayor riesgo de muerte materna en un embarazo posterior.
Cabe mencionar también que el haber tenido un embarazo previo que se resolvió mediante cesárea, no es motivo de indicación de una segunda cesárea, por lo que, previa valoración con vigilancia estrecha, la madre puede lograr tener un parto vaginal exitoso.
El IMSS Delegación Hidalgo recuerda que el médico gineco-obstetra es el único capacitado para valorar cada caso en particular y con ello, poder determinar en qué momento está indicada una cesárea, cuando ya ha iniciado el trabajo de parto y representa una verdadera situación encaminada a una menor morbi-mortalidad materno-fetal.
El nacimiento por parto vaginal espontáneo (bajo una adecuada vigilancia), es el proceso natural de terminación de un embarazo, ofrece las mejores oportunidades de recuperación postparto a la madre y proporciona al neonato un mecanismo de preparación pulmonar y de modificación de la microbiota intestinal que le preparan mejor para la vida.