Una co-producción entre Francia, Estados Unidos y Dinamarca llega a la pantalla del Teatro Guillermo Romo de Vivar: Sólo Dios perdona (dirigida por Nicolas Winding Refn) se proyectará el próximo jueves 8 de mayo en funciones de las 15:00, 17:00, 19:00 y 21:00 horas, como parte de la 55 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca.
Para ingresar, sólo se necesita pagar un donativo de 25 pesos por persona.
Sinopsis: Julian, fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo en Bangkok que funciona como fachada para cubrir su negocio de narcotráfico. Su madre, líder de una extensa red de crimen organizado, llega de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy, quien fue asesinado tras haber masacrado salvajemente a una joven prostituta. Alterada por la ira y la sed de venganza, exige las cabezas de los asesinos. Pero antes de cumplir con ello, Julian deberá enfrentarse a Chang, un misterioso policía jubilado que ha decidido azotar el corrupto mundo de los prostíbulos y clubes de peleas.
Nicolas Winding Refn (Copenhague, Dinamarca, 1970) inició sus estudios en la Academia Americana de Arte Dramático de Nueva York, y al no ser capaz de adaptarse al ambiente, fue expulsado rápidamente.
Volvió a Dinamarca y fue aceptado en la Escuela Danesa de Cine, pero se dio de baja un mes antes del inicio del semestre. Después de haber visto un cortometraje de Refn en un oscuro canal de cable, un productor danés le ofreció apoyo económico para convertirlo en un largometraje. Así, a la edad de 24 años, Refn escribió y dirigió su notable, hiperviolenta e intransigente opera prima, Pusher. Por Drive, el escape, obtuvo el premio a la mejor dirección en el Festival de Cine de Cannes del 2011.
Entre sus reconocimientos, esta cinta obtuvo en el año 2013 el Premio de la Sección Competitiva, Festival de Cine de Sídney, Australia.
Al respecto, el director Nicolas Winding Refn refiere: “El arte es un acto de violencia; le habla a nuestro inconsciente. No le doy muchas vueltas a la cabeza. Mi forma de trabajar es un poco la de un pornógrafo: me interesa aquello que me excita. Nuestro nacimiento nos empuja a la violencia. Luego la oprimimos un poco con el paso de los años, pero necesitamos expresarla de algún modo y el arte es una manera de hacerlo.”