La celebración de día de muertos es de origen prehispánico y con la llegada de los españoles a México se combinó con la celebración católica de Todos los Santos y Fieles Difuntos el 1 y 2 de noviembre hasta derivar en una de las tradiciones más ricas y con más arraigo en México proclamada por la UNESCO en 2003 como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
La celebración del Mijkailjuitl, Xantolo o Fiesta de Muertos es todo un ritual que está íntimamente ligado al final del ciclo agrícola, una fase que es vida de acuerdo con la cosmogonía indígena, el reconocido promotor cultural huasteco Ildefonso Maya señala que los pobladores de la Huasteca en enero limpian los campos para sembrar, una actividad que abarca cinco meses desde la siembra hasta mayo que se cosecha el maíz base de la alimentación de las comunidades de la región de nuevo en mayo los indígenas limpian los campos y queman los montes para sembrar en junio y cosechar en octubre, diez meses entre los dos ciclos agrícolas antes de Xantolo, ellos saben que quedan dos meses, uno de reconciliación que es el mes de noviembre al que le sigue diciembre, un mes de origen y descanso de las acciones del año.
El Consejo Estatal de Población unido a esta festividad una de las principales tradiciones mexicanas presenta algunos datos relevantes sobre mortalidad, en Hidalgo en 2013 la tasa bruta de mortalidad se estima en 6 defunciones por cada mil habitantes, y se prevé que se incrementará hasta llegar a 7 defunciones por cada mil habitantes en 2030 como consecuencia del envejecimiento poblacional en la entidad y en el país.
La esperanza de vida al nacimiento para los hidalguenses según el CONAPO se estima en 74.1 años para las mujeres en 76.6 años y para los hombres en 71.7, la diferencia de seis años se debe al nivel de exposición al riesgo de fallecer de mujeres y hombres en función de las actividades y los espacios donde se desempeñan unas y otros, así como de los estilos de vida diferenciados.
La mortalidad infantil es otro de los principales indicadores demográficos de mortalidad que reflejan las condiciones de vida y el desarrollo socioeconómico, en Hidalgo entre 1990 y 2013 este indicador se redujo en 61.3%, al pasar de 35.9 a 13.9 defunciones por cada mil nacimientos, por otro lado, la mortalidad materna que representa un problema de salud pública que puede prevenirse y que además refleja la desigualdad social que existe en la entidad se redujo prácticamente cuatro veces entre 1990 y 2011 al pasar de 116.7 a 28.9 defunciones maternas por cada 100,000 nacidos vivos, este indicador se encuentra cerca de alcanzar la meta de 22.3 defunciones propuesta para 2015, como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Para Hidalgo la estructura de la mortalidad por edad y sexo presenta importantes diferenciales. Según estimaciones del CONAPO de las 16,927 defunciones estimadas en 2013, 54.2% corresponden a hombres y 45.8% a mujeres, lo que significa que fallecen 118 hombres por cada cien mujeres, esta sobre mortalidad masculina se presenta en todos los grupos de edad excepto en los mayores de 65 años y se manifiesta con mayor intensidad en el grupo de 15 a 29 años donde se registran 217 defunciones masculinas por cada cien femeninas, del total de muertes ocurridas en 2013 el 55.1% ocurrió en la población de 65 años y más, 32.2% en adultos de 30 a 64 años, 7.1% en la población infantil de 0 a 14 años y 5.3% en los jóvenes de 15 a 29 años.
El conocimiento de las causas de muerte constituye un elemento fundamental para las políticas públicas ya que permite la planeación y evaluación de programas de salud encaminados a prevenir enfermedades y prolongar la sobrevivencia de la población en 2011 según registros de la Secretaría de Salud las enfermedades isquémicas del corazón, la diabetes mellitus, Cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado, la enfermedad cerebrovascular y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica son las principales causas de muerte de la población, y en su conjunto ocasionaron 44.6% de los decesos totales.
También las causas de muerte presentan diferenciales según la edad y el sexo, los niños de 0 a 14 años mueren principalmente por causas prevenibles relacionadas con el nacimiento y por enfermedades infecciosas; los jóvenes de 15 a 29 años mueren en su mayoría por causas externas como accidentes, homicidios o suicidios; los adultos mayores de 30 años fallecen principalmente por enfermedades crónico degenerativas como la diabetes y las enfermedades crónicas del hígado, así como los adultos de 65 años y más mueren por enfermedades del corazón y la diabetes.
La mayor parte de la población joven que fallece es hombre, y poco más de la mitad de ellos fallece como causa de un accidente de vehículo de motor el 23.8%, homicidio 10.6% o un suicidio 7.9%, las mujeres jóvenes presentan una menor incidencia de éstas ya que el 30.4% fallece por estas causas.
En la población adulta de 30 a 64 años de edad las diferencias por sexo radican en que entre los hombres las enfermedades isquémicas del corazón todavía aparecen como la tercera causa de muerte precedidas por las enfermedades del hígado y la diabetes mientras que en las mujeres las enfermedades crónicas del hígado es la tercera causa de muerte y la diabetes junto con las enfermedades isquémicas del corazón provocan muertes en las mujeres.
Respecto al grupo de edad de 65 y más años las causas de muerte por sexo son similares ya que las enfermedades isquémicas del corazón, la diabetes mellitus, la enfermedad cerebrovascular y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica ocupan los primeros cuatro sitios y para los hombres la quinta causa es la cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado, mientras que para las mujeres son las enfermedades hipertensivas.