
Pocas etapas de la vida tienen tantos ajustes y modificaciones como el embarazo, desde la concepción el cuerpo femenino se prepara para recibir una nueva vida y proveer las condiciones necesarias para su desarrollo uterino, por ello es vital llevar una correcta alimentación durante este proceso, indicó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hidalgo.
Teresa Mejía Olvera, coordinadora delegacional de Nutrición y Dietética en la Institución, destacó que dichos cambios requieren que la energía para realizar las funciones vitales sea mayor.
Los síntomas: náuseas y vómito e hinchazón de manos y pies, aumenta la necesidad de orinar y las ganas de dormir; también la frecuencia de los latidos del corazón y el requerimiento de oxígeno. Respecto de los huesos, existe la posibilidad de descalificación durante el embarazo.
A estos y otros cambios que experimenta la mujer embarazada se debe responder con un aporte adecuado de nutrimentos, lo cual no quiere decir que la futura madre tenga que comer por dos, sino que debe alimentarse para asegurar la nutrición propia y la del bebé.
Durante el embarazo hay ganancia de peso; una de las mejores formas de prevenir el nacimiento de bebés con peso bajo es por medio de la observación de la ganancia de peso materna. El aumento de peso considerado normal es entre 9.5 kilogramos, o sea que una mujer embarazada debe aumentar en promedio 20 por ciento de su peso inicial.
Sin embargo, el aumento de peso no es uniforme, se calcula que aproximadamente las dos quintas partes de este aumento de peso ocurren durante el tercer trimestre; dos quintas partes en el segundo trimestre y una quinta parte se gana en el primero.
No es aconsejable ganar peso en exceso, ya que puede provocarse un aumento en la glucemia y desencadenar diabetes gestacional, o bien, un aumento en la presión arterial que elevaría el riesgo de enfermedad hipertensiva aguda del embarazo, padecimiento conocido como preeclampsia.
Cuando la mujer presenta sobrepeso antes del embarazo se debe procurar que conserve la misma velocidad de aumento de peso durante toda la gestación y no restringirla de manera intempestiva. Por otro lado, el bajo peso de la madre aumentará el riesgo de que el bebé sea prematuro o tenga bajo peso al nacer, así como dificultades al inicio de la lactancia.
De manera definitiva, el estado nutricional de la mujer embarazada afecta el resultado de su embarazo; al ser planeado lo ideal es muy importante iniciar antes de la concepción hábitos alimenticios saludables.
El IMSS Hidalgo recomendó a las mujeres embarazadas llevar una dieta completa, suficiente, equilibrada, inocua y variada; adecuada a las características propias: edad, actividad, estado de salud previo y actual, entre otros. Principalmente dar seguimiento puntual a todas sus consultas de control prenatal y asistir al servicio de urgencias ante cualquier anormalidad.