Con acciones como la improvisación en la figura del arraigo, así como la falta de profesionalización y de instalaciones inadecuadas, se ha propiciado que este instrumento legal sea un fracaso en el estado, aseguró el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Raúl Arroyo, quien reiteró la necesidad inmediata de su desaparición.
Luego de una reunión con legisladores, la Procuraduría General de Justicia, y la Comisión de Derechos HUmanos en la sede del congreso del estado, el ombudsman propuso la desaparición del arraigo al considerar que es violatorio de los derechos humanos, por lo cual incluso organizaciones internacionales se han pronunciado en contra.
Actualmente n el Congreso local se lleva a cabo un análisis al respecto donde se propone una disminución del tiempo de arraigo, el cual es de 40 días y se busca bajar a deiz, con una gracia de cinco días, sin embargo el Raúl Arroyo, consideró que es mejor la desaparición que la disminución de tiempo ya que además de ser violatorio de los derechos humanos, da margen a que se practique la tortura. Raúl Arroyo, dijo que hay mecanismos que pueden ser sustitutos del arraigo, entre ellos la tecnología, como los brazaletes, además de referir que de no ponerse en marcha estos sistemas, se corre el riesgo que los presuntos culpables de algún delito puedan huir.
Al mismo tiempo se pronunció por el uso de la tecnología para sustituir el arraigo, la puesta se un brazalete o bien un arraigo domiciliario, «estamos en contra de que se prive a alguien de la libertad», sin embargo dijo que su propuesta no es una cerrazón por lo cual escucharán el proyecto que tiene el Congreso, además de referir que no entrarán en una discusión estéril con los diputados por un asunto que además será transitorio ya que en breve entrará en la entidad la reforma penal con lo cual desaparecerá el arraigo.
Por último dio a conocer que durante las inspecciones realizadas a la casa de arraigo dijo, que esta representa un riesgo al estar en una zona urbana, además que es una casa normal donde están hacinadas hasta 120 personas, con una sola cocina, dos baños y cinco custodios.
«No funciona porque no se lo han tomado en serio, no hay protocolos de arraigo, no hay instalaciones adecuadas ni preparación de quienes tienen bajo cuidado arraigados, todo es improvisación y los resultados son que de los arraigados ninguno ha sido sentenciado».