El instituto mexicano del seguro social aseguró que cuando la diabetes no se controla adecuadamente los altos niveles de glucosa en la saliva pueden ocasionar que las bacterias prosperen por ello la importancia de cepillarse dos veces al día y utilizar el hilo dental u otro limpiador interdental para limpiar entres los dientes una vez al día ayuda para remover la placa y evitar la caries.
El doctor Juan Pablo Castro González coordinador de estomatología en la delegación de la Institución en la entidad explicó que la diabetes mellitus mantiene una estrecha relación con infecciones dentales pues los dientes están cubiertos de placa dental que es una película pegajosa de bacterias que después de tener contacto con comidas o bebidas con azúcares o almidones son atacadas por los ácidos que dañan el esmalte de los dientes, los ataques repetidos pueden causar que se rompa el esmalte y con el tiempo puede tener como resultado la formación de caries dentales.
La placa que no se remueve puede con el tiempo endurecerse o calcificarse y formar sarro, que cuando se acumula sobre la línea de las encías se hace más difícil cepillar o limpiar entre los dientes completamente lo cual puede crear las condiciones que conducen a la inflamación crónica y la infección en la boca, la diabetes reduce la resistencia del cuerpo a las infecciones, las encías están entre los tejidos que también probablemente se afecten, de igual manera la enfermedad periodontal está vinculada a menudo con el control de la diabetes.
La Coordinación de estomatología alertó que los pacientes con un control deficiente de sus niveles de azúcar en la sangre desarrollan la enfermedad periodontal más a menudo y con mayor severidad perdiendo más piezas dentales que las personas que tienen buen control de la diabetes, por lo que los cuidados orales preventivos son elementales para controlar la progresión de la enfermedad periodontal y de otros problemas de la salud oral.
El IMSS Hidalgo exhorta a los derechohabientes y familiares de quienes padecen diabetes a procurar el control de su enfermedad y a restringir el consumo de cafeína además de acudir a su unidad de medicina familiar correspondiente ante cualquier síntoma o malestar bucal para que éste sea atendido acertada y oportunamente.