
En el marco del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, es necesario que los padres de familia estén pendientes que sus hijos presenten un desarrollo normal en áreas como la comunicación-lenguaje, sociabilización e imaginación y, en caso de notar algún tipo de problema, acudan a la Clínica de Autismo, ubicada en el Hospital del Niño DIF para una revisión y detección temprana de este padecimiento, explicó la titular del área Jimena Rodríguez Ávila.
La clínica inició actividades en el 2009, con una población de 30 niños; actualmente, la cifra promedio es de 170 niños, quienes presentan Trastornos en el Espectro Autista (TAE), de los cuales, de cada cuatro casos, tres son niños y uno, niña. Uno de los problemas más comunes para atender este tipo de padecimiento, es que en variadas ocasiones se confunde con el Trastorno del Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), retraso psicomotor o retraso de lenguaje, principalmente.
Para su adecuada atención, los menores son revisados por el área pediátrica; cuando el área médica detecta un síntoma anormal, canaliza a las niñas y a los niños al área de Psicología y Neurología Pediátrica, con el propósito de identificar datos concretos y elaborar un diagnóstico oportuno y certero.
Rodríguez Ávila afirmó que es alrededor de los dos años de edad, cuando los padres se preocupan porque sus hijos no hablan y los llevan a revisión; sin embargo, en edades anteriores se pueden detectar otros síntomas, como la ausencia de la sonrisa social, el menor no fija su mirada, es excesivamente tranquilo, ausente a estímulos del medio, presenta intereses restringidos y tienen hábitos muy repetitivos, “no hay ninguna intención de interacción social, ni aún con la sonrisa, esos ya son datos de alarma”.
Abundó que, a pesar de que ya existen trabajos de investigación y evolución en el diagnóstico, los tratamientos datan de años recientes; ya que décadas atrás, no se contaba ni con la capacitación para la detección temprana y ni para el diagnóstico.
La titular de la Clínica de Autismo, destacó el incremento de la niñez con este síndrome, “hasta la fecha no hay una causa determinada, se asocian con diferentes variantes, entre ellas ambientales, genéticas, pero, en sí, no hay una causa real”.
Informó que entre las causas genéticas se asocia el hecho de que el padre o familiares masculinos cercanos padezcan TDAH; otra hipótesis es el aspecto alimentario, uso de fertilizantes, engorda de ganado para consumo humano con hormonas, alimentos con conservadores. Estos factores pueden modificar la genética y constituyen un riesgo, así como la contaminación y temperatura, expuso.