El doctor Luis Lagarde, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital General de Zona de la Institución, ubicado en Pachuca, alertó que durante los periodos vacacionales se registra un aumento de hasta 30 por ciento el índice de accidentes automovilísticos, la mayoría de éstos provocados por conducir en estado de ebriedad; además de que se incrementa hasta siete veces los casos de hospitalización por intoxicación alcohólica.
Los accidentes de tránsito son la cuarta causa de muerte en el país, por lo que se han convertido en un grave problema de Salud Pública, ya que ocasionan el fallecimiento de una persona cada 15 minutos; la importancia de crear conciencia es que más de 90 por ciento de ellos pueden evitarse, advirtió el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hidalgo.
Por lo anterior, exhortó a los automovilistas y motociclistas a tomar conciencia y no exceder los límites de velocidad, no conducir tras haber ingerido bebidas alcohólicas, respetar lo semáforos, así como evitar distraerse con celulares y otros aparatos electrónicos.
Destacó que es de suma importancia también que los peatones tomen las medidas de seguridad pertinentes y respeten los sitios señalados para el cruce de calles, o donde existan, así como usar los puentes peatonales.
Cabe destacar que los accidentes vehiculares son principalmente protagonizados por jóvenes de entre 25 y 44 años, seguidos del rango de edad de 20 a 24 años y el de 15 a 19 años; además representan el más alto grado de riesgo de padecer alguna discapacidad como consecuencia, al tiempo que también ocasionan cuantiosas pérdidas materiales y económicas para las familias, así como para las instituciones de salud al incrementar la demanda de atención y rehabilitación.
Además de los accidentes terrestres, los accidentes en el hogar o en centros de recreación también son frecuentes en temporada de asueto, ya que los niños permanecen más tiempo en casa, en muchas ocasiones sin vigilancia de un adulto; de manera que se recomienda asegurarse de no tener conexiones y apagadores en mal estado, sustancias tóxicas en recipientes obscuros o de refresco sin rotular, no dejar a la vista herramientas, líquidos tóxicos, ni líquidos calientes en la estufa, así como supervisar constantemente a los niños que juegan en la calle, sobretodo evitar que manipulen objetos punzocortantes.