Como muchas mujeres, soy fan de la serie Sexo en la Ciudad, que el 6 de junio cumplió 17 años de su debut en televisión. Esta semana, Sarah Jessica Parker, quien interpreta a la protagonista treintañera de la serie, cumplió ya 50 años de edad. ¿Por qué nos gusta tanto esta producción? Porque refleja un conflicto actual: el tiempo que dedicamos las mujeres en encontrar una pareja. Ese camino, que está lleno de sexo y carente de amor.
Cada vez existen más mujeres que triunfan en el mundo público, aquél que históricamente fue reservado a los hombres. Sin embargo, las relaciones de pareja son un tema en el que las mujeres no hemos avanzado. Por eso el amor nos duele más.
Sexo en la Ciudad fue la principal motivación para que Eva Illouz, afamada socióloga judía realizara una investigación que después publicara en el libro titulado ¿Por qué duele el amor?
Nos duele porque en este tiempo existe una gran abundancia sexual, pero también por una enorme escasez y sequía emocional. Hasta antes del capitalismo, conformar una familia era igual de importante tanto para los hombres como para las mujeres.
“Cuando los hombres accedieron al ámbito laboral capitalista, la familia se convirtió en una simple opción dentro del menú de la masculinidad. En una opción importante, pero no única ni obligatoria. La identidad masculina se configuró a partir de entonces en el espacio laboral: los hombres ya no querían dominar solo a mujeres, hijos y personal doméstico, sino a otros hombres de idéntico estatus. Las mujeres, en cambio, han seguido siendo dependientes de la familia y de la definición social de la feminidad, que casi siempre pasa por la maternidad” explicó Illouz al periodista cultural Alex Vicente en una entrevista publicada en el diario español El País.
Para nosotras, “el amor” tiene un estatus muy elevado, mayor del que existe en los roles de la política, economía o en el derecho. Las mujeres nos sentimos responsables por nuestros fracasos en la vida amorosa, pues ser quebrantadas por amor, nos conduce a la interpretación de que somos deficientes. Creemos que no tener éxito en el amor, se equipara con el poco valor que tenemos como personas. “Entonces esta relación entre el amor y el valor como persona es algo nuevo” dice Illouz.
Esta investigación es innovadora pues analiza las relaciones amorosas desde un punto de vista sociológico, y deja de verlo desde la Psicología, disciplina que inspecciona dentro del individuo para lograr entender por qué está sufriendo por amor. Verlo desde la sociología nos revela un panorama distinto: las relaciones de pareja son más complicadas, porque forman parte de un nuevo enfoque, el enfoque capitalista, donde las personas somos consideradas objetos dentro un amplio mercado de posibilidades.
¿Cómo nos adaptaremos las mujeres a esta “nueva” forma de relacionarnos en pareja? ¿Cómo dejaremos de sufrir por amor? Regresando a Sexo en la Ciudad: ¿Seguiremos soñando con el matrimonio tradicional, como Charlotte? ¿Tendremos sexo ocasional, y de ahí devendrá el amor y la familia, como le sucedió a Miranda? ¿Nos casaremos pero sin anhelar ser madres, como Carrie Bradshaw? ¿O seguiremos el ejemplo de los hombres y tendremos sexo sin amor, como ellos, así como lo hace Samantha Jones?
“Amor y sexo se han convertido en un mercado, gestionado por internet y presidido por el hedonismo consumista”, explica la escritora Laura Freixas en una reseña de ¿Por qué duele el amor?
La idea central que plasma Illouz, es contundente: “Con libertad más internet, las posibilidades de elegir son infinitas, lo que provoca angustia (…) En una sociedad pragmática (como la actual), el que sufre es simplemente un fracasado”.